5000 km
María X Fernández
Instalación (alambre, números de rotulación, alfombra, pintura acrílica, cajas de proyección, luz, objetos encontrados)
Cortesía de la artista
Para la instalación 5000 km, María X Fernández se inspira en las costumbres migratorias de las mariposas monarca. La última generación del verano emigra desde el nordeste de América del Norte a los bosques del suroeste de México para pasar el invierno, y regresar después al punto de partida, recorriendo casi 5000 km.
En la planta baja se distinguen dos visiones diferentes de la instalación, dependiendo desde donde observemos el interior: mirando hacia la ventana central se perciben las sombras proyectadas en papel de una serie de números, mientras que mirando desde las ventanas laterales destaca la tramoya de la instalación, es decir, los detalles de los elementos que producen las sombras, (incluyendo los números de rotulación colgando del techo e iluminados por una serie de focos).
Estas dos visiones diferentes nos permiten reflexionar sobre nuestra percepción de la realidad y, sobre todo, su dicotomía. También nos recuerdan la alegoría de Platón y la caverna. Las ristras de números de rotulación en plástico de colores rojo, blanco, y negro, transmiten la frialdad deshumanizadora de las cifras, que proyectan sus sombras generando un distanciamiento casi onírico que pretende poner en evidencia nuestra apatía ante el drama migratorio. La artista utilizó estos números inspirada en el poema de Federico García Lorca “Debajo de las multiplicaciones…” (Poeta en Nueva York, 1930), donde el granadino hace una crítica del sistema capitalista, de la inhumanidad y las desigualdades que origina, y de su agresión al medio ambiente.
La entreplanta de la instalación (nivel superior) se centra más literalmente en la migración de las mariposas a través de tres paisajes nocturnos creados con la proyección de sombras: en la ventana central, luces proyectadas sugieren los contornos de una mariposa que se mueve lentamente y que incorpora diferentes colores mientras cambia la perspectiva. A la derecha se percibe la brisa suave y el movimiento de las hierbas altas en la pradera norteamericana, y a la izquierda, una luna llena nos hipnotiza y transporta a una noche aún cálida a finales de verano. La artista crea un ambiente idílico y poético que nos invita a la observación lenta y detallada, y, en definitiva, a la reflexión.
María X Fernández es una creadora multidisciplinar que explora la escultura, la pintura, el dibujo, los objetos transformados, y las instalaciones específicas. María tiene un gran interés en la investigación artística, e integra muchos aspectos de su vida cotidiana en el desarrollo los temas que aborda. Su trabajo se caracteriza por una búsqueda incesante de nuevas técnicas (como las proyecciones de objetos a través de lentes), procesos, y soportes encontrados que ella modifica (como los libros intervenidos).
Entre los temas que María investiga frecuentemente conviene destacar la memoria colectiva, la historia, la guerra, la manipulación de las masas, la ecología y los desafíos del cambio climático, y el valor de todos y cada uno de los seres humanos. Más recientemente, la artista ha comenzado la serie Migraciones que inauguró con la exposición NORTE en la Galería Sarao de Ferrol y que se completará próximamente con SUR en el espacio Vivir Nunha Curva, de Moaña. Esta trilogía de exposiciones, incluyendo 5000 km, reflexiona sobre las migraciones como un hecho consustancial con la vida en el planeta y sus habitantes y se convierte en un réquiem por el actual drama migratorio en las fronteras del llamado “primer mundo”.
En sus instalaciones, esculturas y pinturas, Cabanes Fontao integra materiales encontrados para narra la historia del ser humano mientras reflexiona sobre la sociedad actual y la universalidad de la crisis ecológica.
La investigación de esta artista gira en torno a los plásticos de desecho que ella recolecta en plena naturaleza, sobre todo en las playas. En su obra, la artista aborda los problemas ocasionados por este material, así como las implicaciones del cambio climático y de la contaminación del entorno natural, mientras aboga por la necesidad de cuidar el medioambiente y la biodiversidad, sobre todo del vulnerable medio acuático.
El plástico marino es un material tosco que se adhiere a los organismos vivos, a los que también envenena, atrapa e inmoviliza. Con el paso del tiempo se decolora, transforma y desintegra en microplásticos mientras suelta aditivos tóxicos. Los plásticos acaban así formando parte del agua a nivel molecular, de la biología marina, de lo que nos alimentamos, e, inevitablemente, de nuestro propio cuerpo. Este problema es universal, pues no existen fronteras en los océanos.
(Haz click en la foto de la izquierda para ir a la página web de la artista)
Auga ferida, 2024
Cabanes Fontao
Instalación (arena, alambre, lienzos, plásticos encontrados, pintura acrílica, video)
Cortesía de la artista
Esta instalación de O museo pequeno muestra esculturas y pinturas de la artista coruñesa Cabanes Fontao, quien crea un arte comprometido con el medio ambiente y que llama la atención sobre la polución causada por el plástico. Su objetivo es empoderarnos y convertirnos en agentes de cambio en cuanto a nuestros hábitos de consumo de este material. Esta creadora incorpora en su obra pedazos de plástico que encuentra en las playas y bosques de Galicia y en otras partes del mundo. De esta forma, Cabanes Fontao expone el problema que este producto presenta para la salud de todos los seres vivos, reflexionando también sobre las costumbres de cada lugar.
El título de la exposición, “Auga ferida”, significa en castellano “Agua herida”, y hace referencia a la contaminación del agua de ríos y mares, el agua de los sistemas acuíferos del subsuelo, y del agua dispersa en el ambiente (en el aire, la lluvia, la niebla, etc.). Un elemento indispensable para el desarrollo y la prosperidad de la vida en este planeta, el agua que nos rodea ya no está sana… sino herida, enferma por elementos contaminantes como los microplásticos, resultado de la progresiva fragmentación de trozos de mayor tamaño. Como consecuencia, todos los seres vivos sufrimos los efectos de esta agua contaminada y nociva para la salud.
El espacio inferior de la galería representa algún lugar de Galicia. Observamos sus montañas brumosas en la distancia y una playa con arena, pero sin agua. En la playa encontramos un grupo de nasas, un tipo de red de pesca de forma cilíndrica utilizada tradicionalmente por muchas culturas costeñas. Los peces, crustáceos, y cefalópodos, símbolos de la riqueza de la vida marina, aparecen reemplazados por botellas, cuerdas, fragmentos textiles, bolsas, y envases de todo tipo. Estos desperdicios denotan nuestros hábitos consumistas y sustituyen a los seres marinos, tanto por su acumulación desorbitada como por la desaparición de las especies que han caído víctimas de las sustancias químicas artificiales que ahora forman parte del líquido elemento.
Además de las nasas, la artista crea esculturas de alambre negro que podemos encontrar colgadas del techo y de la pared. En su interior observamos trozos de redes, telas y otros plásticos encontrados en las playas de Galicia. Estas estructuras orgánicas representan estómagos, células, embriones o caparazones de los seres vivos contaminados por los plásticos que terminan formando parte de sus cuerpos.
La exposición incluye también varias pinturas en las que Cabanes Fontao combina la pintura acrílica con más fragmentos plásticos. Metafóricamente, los colores atractivos de estos productos sintéticos hacen una referencia a la facilidad de adquirirlos y la satisfacción de consumirlos. La artista también utiliza estos colores alegres para contrastarlos con algo que nos hace daño y que no vemos: paradójicamente, no llegamos a entender la toxicidad de este material para el ser humano y las implicaciones para nuestro planeta.